Los productos cosméticos se han usado a lo largo de miles de años siendo fabricados a partir de ingredientes de plantas, animales y fuentes minerales. La tecnología actual ha permitido el uso de muchas sustancias químicas sintéticas como ingredientes de este tipo de productos. Hoy día, el uso de los productos cosméticos (utilizando la definición de la Directiva 93/35/CEE en la introducción) es muy extenso y afecta a la mayoría de los grupos de población con una intensidad que puede variar en los diferentes países de la Union Europea.
La evaluación de la seguridad de los ingredientes empleados en cosméticos y del producto final debe tener en cuenta los requerimientos recogidos en la Directiva 86/609/CEE relativa a la protección de los animales usados para fines experimentales y científicos. Por tal, la Directiva 93/35/CEE prohibe la comercializacón de ingredientes o combinaciones de ingredientes que hayan sido experimentados en animales a partir del 1 de enero de 1998. Sin embargo, la imposibilidad de adoptar metodologías alternativas como sustitución de los procedimientos de ensayo de toxicidad en animales en la evaluación de la seguridad de los ingredientes cosméticos ha llevado a la Comisión a posponer la fecha de implantación de la prohibición. La Directiva 97/18/CE sitúa esta fecha en el 30 de junio de 2000.
Actualmente los ensayos toxicológicos, según la legislación, han de ser realizados sobre animales y la aplicación de este tipo de ensayos se encuentra, entre otros problemas, con la creciente presión para que se elimine la utilización de animales en experimentación. Por este motivo, en los últimos años se ha impulsado la busqueda de métodos alternativos. Este tipo de métodos utiliza bacterias, cultivos celulares o sistemas reconstituidos in vitro como sistemas experimentales. Con ello. no sólo se evita el uso y sacrificio de animales sino que, además, se consiguen métodos más rápidos, sensibles y que ofrecen resultdos más reproducibles que los descritos por no estar sujetos a la variabilidad propia de los animales.
El uso de una metodología alternativa supone la modificación de los protocolos actuales de ensayo de la toxicidad, que han sido internacionalmente aceptados y estan basados en modelos animales, llevando a la introducción de métodos diferentes de realización de los estudios toxicológicos necesarios para medir la seguridad de los ingredientes utilizados en los productos cosméticos. Los métodos alternativos deben ofrecer un nivel de protección al consumidor equivalente al ofrecido por los estudios toxicológicos realizados en animales. Esto significa que los métodos alternativos deben ser cientificamente validados. En esta linea, el Comite Científico de Cosmetología ha contribuido al avance en la validación de estos métodos mediante su colaboración con la DGXXIV y el ECVAM (European Centre for the Validation of Alternative Methods).
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