martes, 2 de febrero de 2010

ATENCIÓN Y EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS

La atención y educación de la primera infancia puede sentar las bases de una vida futura con más posibilidades. Un número cada vez mayor de sólidos datos empíricos muestra que la prestación de cuidados excelentes al niño en su más tierna edad puede ser una plataforma para obtener buenos resultados en la escuela primaria y compensar los factores de desventaja socioeconómicos y lingüísticos, sobre todo en el caso de los niños más vulnerables y desfavorecidos. Sin embargo, todos los años ingresan en las escuelas primarias de América Latina y el Caribe millones de niños con discapacidades de aprendizaje debidas a la malnutrición, el deficiente estado de salud y la pobreza, así como al hecho de no haber tenido acceso a la enseñanza preescolar.

  • Los niños que han padecido de insuficiencia nutricional “in utero”o de malnutriciónen los primeros años de su vida corren el riesgo de sufrir retrasos en su desarrollo que pueden obstaculizar su aprendizaje escolar. En los tests de funcionamiento y desarrollo cognitivos, esos niños suelen tener peores resultados que los demás. El “Young Lives Survey”, que efectúa un seguimiento de los niños en sus primeros años en el Perú y otros tres países en desarrollo, indica que a los siete u ocho años de edad a desventaja entrañada por la malnutrición equivale a la pérdida de un trimestre entero de escolaridad, como mínimo. La malnutrición guarda también relación con el ngreso tardío en la escuela y el riesgo de desertarla antes de finalizar el ciclo de los estudios primarios.
  • El raquitismoen la primera infancia y la insuficiencia ponderal neonatalson indicadores de las repercusiones a largo plazo de la malnutrición en la salud. En América Latina y el Caribe, el 16% de los niños menores de cinco años estaban aquejados de raquitismo grave o moderado en el periodo 2000–2007, y ese porcentaje alcanzaba el 30% en Perú y el 49% en Guatemala. Un 9% aproximadamente de los niños de la región nacieron con peso insuficiente. En Ecuador, Haití y Trinidad y Tobago, ese porcentaje es mayor, ya que la insuficiencia ponderal afectó a uno de cada seis niños o más.
  • Las tasas de mortalidad infantilpermiten apreciar el bienestar del niño. Estas tasas están disminuyendo en todo el mundo, pero se dista mucho de alcanzar la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio: reducir para 2015 en dos tercios el nivel que tenían en 1990. Sin embargo, tal como se señaló ya en el Informe de Seguimiento de la EPT (Eduación para Todos)  en el Mundo 2009, América Latina y el Caribe van por buen camino para alcanzar esa meta. Por término medio, 27 de cada 1.000 niños nacidos en la región morirán antes de haber cumplido los cinco años de edad. En el Estado Plurinacional de Bolivia, Guyana y Haití esa tasa se eleva a un 55‰, pero en ningún país de la región la mortalidad infantil alcanza la media ponderada observada para los países en desarrollo o el mundo en su conjunto. Los niveles de las tasas de mortalidad infantil en Barbados, Chile, Costa Rica y Cuba se sitúan al mismo nivel que en los países desarrollados, o a un nivel cercano.
  • La salud maternaguarda una estrecha relación con la salud del niño. Las madres subalimentadas que presentan deficiencias de micronutrientes corren más riesgos durante el embarazo y el parto, y tienen más probabilidades de dar a luz a bebés con insuficiencia ponderal. Las carencias de los sistemas de atención médica y sanitaria en la dispensa de cuidados eficaces prenatales, natales y posnatales, puede contribuir también a incrementar la mortalidad, la insuficiencia ponderal y las enfermedades infantiles. El hecho de ser pobre o de pertenecer a una población indígena es un factor de desventaja para las mujeres embarazadas. En Guatemala, por ejemplo, para las mujeres que no pertenecen a las comunidades indígenas la probabilidad de dar a luz en un centro de salud pública con personal formado es más de dos veces superior a la de las mujeres de esas comunidades. Las políticas que cosechan éxitos en la mejora de la salud materna e infantil son, entre otras, las encaminadas a incrementar los servicios de atención médica y sanitaria a la madre y al niño, establecer asociaciones para la obtención de ayuda internacional, suprimir los costos que obstaculizan el acceso a los servicios básicos de salud materna e infantil y garantizar el acceso a la educación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario