domingo, 24 de julio de 2011

Uruguay coronó un año brillante después del Mundial de Sudáfrica

El cuarto mejor equipo del mundo también es el mejor de América. Este es el camino del campeón.
Cuando empezó la Copa América, un uruguayo que conocí en el estadio de San Juan me dijo, al final del partido ante Perú, que no solo nuestra selección había jugado bien en el 1-1. “Estos aún no se acuerdan de jugar como en el Mundial”.


Tuvo que estar a punto de acabar la primera ronda para que los uruguayos se acordaran de ganar (a la Sub 22 mexicana reforzada), tras sendos empates ante Perú y Chile. Y luego todo empezó a rodar y a caer por su propio peso.
Uruguay acabó haciendo crecer los problemas de Argentina en un tanda de penales que sufrió un país entero y que acabó por poner punto final a la Copa América, porque luego de ese encuentro, nada fue igual. Los hoteles se sobrepoblaron, los precios subieron, pero los hinchas de la albiceleste acabaron convirtiéndose en anfitriones de un torneo que ya no sería suyo.
Luego vino Perú (de nuevo) y la final. Una final que ganaron porque, a pesar de lo que diga la Confederación, tienen al mejor portero del campeonato —Muslera—, al segundo mejor delantero —Suárez— y al defensa más asfixiante del torneo —Lugano—. En una Copa América sin estrellas, fue la única selección que no se estrelló.
Fuente: El Comerico

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