Otro ejemplo de cómo la tecnología puede, en parte, reparar los errores causados por la desconsideración hacia el medio ambiente, es la historia de Winter, el delfín. Se trata de un ejemplar hembra, que, a los dos meses de edad, quedó trabada en una trampa para cangrejos que destrozó su cola.
Winter fue llevada a un acuario donde se recuperó de susheridas, pero no fue capaz de recuperar sus habilidades para nadar. De esta madera, el maestro en prótesis para animales Kevin Carroll, quien ya había trabajado en prótesis para perros e incluso un pato y un avestruz, examinó la situación y diseñó un miembro sustituto para poder devolverle la capacidad de nadar a Winter. Tomó un año y medio poder completar el proyecto, ya que había que conectar la prótesis de manera tal que el delfín pudiera seguir moviendo su columna vertebral para nadar. Hoy, finalmente, Winter puede nadar felizmente como el resto de los de su especie, con su cola de 30 pulgadas de silicona, que le calza de manera similar a un guante
winter es una delfin muy bonita y valiente
ResponderEliminarwinter es una delfin con mucha energia y valentia
ResponderEliminarwinter es muy hermosa y luchadora
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